
(1734-1795)
Pintor y artista aragonés
Pintor de la Corte
Académico de San Fernando
Director de la Real Fábrica de Tapices
Nació el 9 de marzo de 1734 en Zaragoza, en el seno de una familia hidalga, pues su tercer abuelo fue un reconocido infanzón. Fruto del matrimonio entre Ramón Bayeu y Fanlo, y María Subías: nacieron nueve hijos, de los cuales Francisco fue el segundo.
Junto con Francisco, sus hermanos menores Manuel (1740-ca. 1809) y Ramón (1744-1793), escogieron el oficio de «pintor».

El Olimpo. Batalla de los Gigantes, 1767-1768, Museo del Prado, boceto preparatorio del fresco La caída de los gigantes.
Ramona, la primera de los hermanos Bayeu y Subías, falleció dejando a Francisco como primogénito. Sus padres quisieron que estudiase latín y filosofía escolástica. Desde una edad temprana mostró gran habilidad en el dibujo, por lo que sus padres le permitieron compaginar sus estudios con la formación en el taller de Juan Andrés Merclein.
En 1752 Antonio González Velázquez se encontraba en Zaragoza, pintando una bóveda en la basílica de Nuestra Señora del Pilar, con una novedosa concepción del color y un dibujo sumamente estudiado, y perfeccionado. La contemplación de esta pintura animó a Francisco para asimilar esos nuevos conceptos, y a presentarse a un concurso convocado por la Academia de San Fernando, cuyo tema requerido era La tiranía de Gerión. Finalmente consiguió ganar el concurso, del que obtuvo una pensión para recibir formación en la Corte bajo la supervisión de González Velázquez durante dos años.
Dos meses después de su llegada a Madrid, a finales de 1758, Francisco Bayeu tuvo que volver a Zaragoza. Su comportamiento le costó el rechazo de la Junta de la Academia y la retirada de su pensión. A su vuelta, había quedado huérfano y al cuidado de sus cuatro hermanos pequeños. En aquel momento decidió abrir su propio taller. Realizó varias obras para la Iglesia de Santa Engracia.
Antonio Rafael Mengs acudió a Zaragoza, y viendo las pinturas de Francisco Bayeu, le propuso ser su ayudante en la Corte en Madrid. Durante esta etapa pintó los encargos palaciegos, librando a Mengs de los mismos. Su maestro podía así dedicarse a los retratos de príncipes e importantes caballeros.

Tras esta última etapa, ya consolidado Bayeu como pintor, pidió un aumento de salario para sostener su economía familiar, pero no consiguió su propósito.
En 1765 Francisco Bayeu comenzó a realizar encargos fuera del entorno palaciego con el permiso de Carlos III. Realizó pinturas para el Real Convento de la Encarnación, en cuya remodelación estaban participando los mejores pintores y escultores del momento. Abrió, además, una academia de dibujo a la que acudió el propio Francisco de Goya y Lucientes, también natural de Zaragoza. En estas mismas fechas se le concedió el título de “Director de Pintura de la Real Academia de San Fernando”.
El 10 de abril de 1767 el Secretario de Estado, Don Miguel de Roda comunicó a Francisco Bayeu la licencia del título de «Pintor de Cámara», que él previamente había solicitado. Este nombramiento tendrá varias consecuencias: la concesión de un aumento salarial de 6.000 reales de vellón anuales y su llegada a los Reales Sitios.
En 1786 volvió a dedicarse a la decoración del Palacio Real de Madrid, para pintar cinco frescos por encargo de Carlos III. Los realizó junto con el pintor Maella, quien también recibió este encargo. Bayeu pintó dos frescos: Alegoría del Buen Consejo y Apolo protegiendo las Ciencias.
Francisco Bayeu logró ser académico de la Academia de San Fernando en 1788 y director de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. En esta última estancia también tuvo contacto profesional con Francisco José de Goya y Lucientes.
Debemos destacar la cercana relación entre Bayeu y Goya: una relación familiar. Este último contrajo nupcias con Josefa Bayeu (hemana del gran maestro zaragozano) el 25 de julio de 1773, y de hecho, Francisco José de Goya nos ha dejado un excelente retrato de su esposa que hoy podemos apreciar en el Museo Nacional del Prado.
Si Bayeu marcó su época, su alumno, Goya, significó un cambio y una evolución respecto a su maestro, llegando a eclipsar su figura.

Manuel Salvador Carmona, La cayda de los Gigantes, grabado, 1769, Museo Nacional de Cataluña.
Bibliografía
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- Morales y Marín, J.L. (1995) Francisco Bayeu. Madrid: Ediciones Moncayo.
- Sureda, J. (1999) Del Neoclasicismo al Impresionismo. Madrid: Akal.

Patricia Ponce de Asenjo, egresada en Historia del Arte por la Universidad San Pablo CEU de Madrid. Actualmente se especializa en la Historia del Arte Español Contemporáneo en la UCM, para así continuar con la recuperación de mujeres artistas. Ha sido becaria de coordinación en la Fundación Ángel Herrera Oria. Igualmente, siguiendo con su compromiso cultural, ha realizado un voluntariado en la Fundación de Amigos del Museo del Prado.
Para citar este documento: Ponce, Patricia. “Francisco Bayeu y Subías”. “Asociación Fusiliers-Chasseurs Madrid”. Junta Directiva Fusiliers-Chasseurs Madrid. Fecha: 2020, Octubre, 27. Disponible en: https://fusilierschasseursmadridasociacion.wordpress.com/francisco-bayeu-y-subias/