Josefina de Beauharnais, emperatriz de Francia

(1763-1814)

Señora de la Casa de Beauharnais

Duquesa de Navarra

Emperatriz de Francia

Marie Josèphe Rose Tascher de la Pagerie nació el 23 de junio de 1763 en el seno de una familia acomodada que regentaba una plantación exportadora de caña de azúcar en la Martinica francesa (Antillas Menores).

Josefina Bonaparte postmortem por Andrea Appiani. Fuente: Wikimedia Commons.

Joven, inteligente y agraciada, destacó muy pronto en los estudios en el colegio de monjas Dames de la Providence en Fort-Royal. La vida discurría apaciblemente en el entorno bucólico de la hacienda familiar de 500 hectáreas hasta que el repentino fallecimiento, por tuberculosis, de su hermana mayor Catherine cambiaría su vida para siempre. Su querida hermana era la prometida de Alejandro, vizconde de Beauharnais. En una época en la que los matrimonios concertados eran muy habituales, Josefina viajó con parte de su familia a París en agosto de 1779 para conocer a su futuro esposo y a su familia política. Josefina causó una notable impresión en la familia, pese a que sus maneras provincianas aún no se habían ajustado a los modales sofisticados de la aristocracia parisina. Finalmente, contrajeron matrimonio el 13 de diciembre de 1779 en la iglesia de Noisy-le-Grand.Tuvieron dos hijos, Eugenio y Hortensia de Beauharnais, cuyos descendientes configurarían la futura nobleza europea, pero el matrimonio se tornó infeliz y desdichado por las continuas infidelidades y alcoholismo de Alejandro. Progresivamente, Josefina hizo suyo el estilo de vida parisino, liberal, cosmopolita, hedonista y excesivo, tejiendo una red de amigos y contactos que a la postre le sería muy útil. Con el advenimiento de la Revolución Francesa en 1789, los acontecimientos se precipitaron en la vida de Josefina. Durante el «Reinado del Terror», su marido fue ejecutado y ella salvó la vida gracias al golpe del 9 de termidor (1794) y la ejecución de Robespierre.  Tras recuperarse física y emocionalmente de este trance, continuó como cortesana de la alta sociedad parisina acompañando a madame Teresa Tallien.

En el verano de 1795, Josefina conoce a un joven general corso llamado Napoleón Bonaparte que se enamora apasionadamente de ella. Él la corteja incesantemente, pero ella duda de la idoneidad del compromiso. La diferencia de edad, personalidad y estatus no es óbice para que se casen el 9 de marzo de 1796. El amor venció, así como los contactos de Josefina para asegurarle al joven general un puesto con proyección en el Ejército para colmar su ansía de triunfalismo. Los éxitos militares de Napoleón hicieron el resto. Fue una pareja comprometida que supo llevar el papel de cada uno con éxito: Josefina siendo la cara amable del Gobierno en París y Napoleón, el genio militar implacable que conquistaba Europa.  Josefina alcanzó la máxima gloria personal y política en 1804 cuando fue coronada emperatriz por su esposo en presencia del Papa Pío VII y de toda la corte imperial.

Josefina se arrodilla ante Napoleón durante su coronación, detalle del óleo de Jacques-Louis David. Fuente: Wikimedia Commons.

Pese al divorcio imperial unos años más tarde, los franceses salieron a llorar en masa en 1814 a su emperatriz, tras fallecer de las complicaciones de un resfriado, a Josefina «la Buena». Sin duda, fue un soplo de aire fresco en un mundo dominado por hombres.


Bibliografía


Razvan Muresan. Profesor bilingüe de Geografía e Historia. IES Isabel la Católica.

Para citar este documento: Muresan, Razvan. “Josefina de Beauharnais, emperatriz de Francia”. “Asociación Fusiliers-Chasseurs Madrid”. Junta Directiva Fusiliers-Chasseurs Madrid. Fecha: 2021, Marzo, 23. Disponible en: https://fusilierschasseursmadridasociacion.wordpress.com/josefina-de-beauharnais-emperatriz-de-francia/