
(1791-1876)
Primer ayudante de cámara del emperador Napoleón I Bonaparte
Nace en París el 28 de Marzo de 1791, muere en Trouville-sûr-Mer el 19 de Junio de 1876, ha pasado a la historia por ser el último ayudante de cámara de Napoleón Bonaparte, así como por ser el liquidador designado para su testamento.
Procedente de una familia de clase media, en 1811 y gracias a su madre Marie Margarite Broquet (y a la Sra. de Montesquieu), entra a servir como mozo de apartamento en la Casa Imperial. Ese mismo año, doce jóvenes fueron elegidos entre las familias al servicio personal del Emperador, para servir como ayudantes de cámara. Su madre, adscrita a la casa del Rey de Roma como primera nodriza del príncipe, solicitó este favor para su hijo al gran chambelán, el conde de Montesquieu, y se le fue concedido. Se sabe que en 1812, a petición de la institutriz, Bonaparte le concedió la suma de 4.300 francos para la compra del reemplazo para el servicio militar.

Mr. Marchand, tenía estudios y aunque con un carácter algo triste y recogido, pronto se distinguió por su inteligencia y su devoción, convirtiéndose en el primer ayudante de cámara de Napoleón en 1814, permaneció junto a este último desde su primera abdicación hasta el final de sus días. A partir de entonces, seguiría los pasos del Emperador de una forma fiel: exilio en la isla de Elba, los «Cien Días», Waterloo, y finalmente Sainte-Hélène, donde lo acompañó hasta su muerte en 1821.
Amigo y confidente del líder, Marchand estuvo a su lado en las Tullerías durante los «Cien Días» y del mismo modo lo estuvo también para escuchar las últimas palabras de Napoleón Bonaparte en Santa Elena. Se mantuvo fiel a Napoleón en todo momento, tanto que, este, en su lecho de muerte, le concedió el título de conde. Nombramiento que fue ratificado por Napoleón III en 1869. Así mismo, en su testamento, el Emperador especificó, sobre él, que los servicios que le había prestado eran los de un verdadero amigo. Por esta razón fue generoso, legándole la cifra de 400.000 francos: lo que le convirtió en un hombre rico y respetado. Para establecer, aún más, la posición social de su fiel «valet de chambre«, Napoleón combinó su generosidad con el deseo de que se casase a su regreso a Francia con una hija, viuda o hermana de un oficial o soldado de su vieja «Guardia Imperial». Deseo que Marchand cumplió al casarse en 1823 con Matilde Brayer, hija del general conde Brayer.

Tras el regreso a Francia de las cenizas de Napoleón, hecho en el que Marchand participó de forma activa, y durante los largos años que le siguieron, este llevó una vida discreta y tranquila en París. Dio la bienvenida con los brazos abiertos, a todos los que mantuvieron el culto imperial. Hasta que finalmente murió a los 85 años de edad.
Sus Memorias – Memorias de Marchand, representan un testimonio de suma importancia para los historiadores. No solo registran las observaciones personales de este íntimo amigo de Napoleón, sino que reflejan sus profundos sentimientos y las emociones que le hicieron sentir las circunstancias a veces trágicas. Estas memorias se encuentran repletas de detalles, que uno buscaría en vano en otra parte, de la vida diaria del emperador exiliado.
Bibliografía
- Bourgignon, J. y Lachouque, H. (2003): MEMOIRES de MARCHAND. Premier valet de chambre et executer testamentaire de l´empereur Napoleon. Francia: Tallandier.

Miguel Enrique Espigares Jiménez es recreador histórico. Forma parte de la Asociación de estudios «Fusiliers-Chasseurs Madrid», además de todo ello resulta ser un entusiasta de la historia en general, y del periodo napoleónico en particular.
Para citar este documento: Espigares, Miguel. “Louis-Joseph-Narcisse Marchand”. “Asociación Fusiliers-Chasseurs Madrid”. Junta Directiva Fusiliers-Chasseurs Madrid. Fecha: 2020, Diciembre, 25. Disponible en: https://fusilierschasseursmadridasociacion.wordpress.com/louis-joseph-narcisse-marchand/